No podía ser de otro modo. Después de toda una estación, llega otra y...!Como llega¡ Hoy está todo nevado y sigue...Hacía tiempo que no veía tal maravilla.
Claro que lo mejor de esto es quedarse en casa y verlo desde la ventana con una magnífica chimenea encendida y que aquí me las den todas.
Si el refrán tiene razón, este año va a ser estupendo para todos y todas, por lo menos por aquí, ya que el mundo no está precisamente en su mejor momento, pero, claro en otros lugares no está nevando, lo que cae no es precisamente nieve...
Ayer terminaron mis vacaciones, estuve con mis chicos que estaban eufóricos con las Navidades y hoy, ya veis, se han suspendido las clases. Es imposible moverse .
Es una pena, no puedo hacer fotos, mi máquina está reparándose después de una excursión por las manos de Lola. Espero que tenga arreglo ahora que ya he aprendido a ponerlas en el ordenador y moverlas a mi antojo.
Después de estos días tan sociales y movidos, me encuentro hoy con un día de relax y de regalo para utilizarlo y por eso me he lanzado a escribir de nuevo. Es curioso comprobar que cuando tienes un día por delante, que no te esperabas haces cosas distintas, no programadas; tengo muchas cosas a medias: papeles, punto, películas apetecibles, un libro que me está encantando...Pero aquí estoy con el ordenador desde que me he levantado y sabiendo que hoy escribiría un post.
Es un hablar por hablar y me encanta poder experimentar esta sensación que quizá sea el secreto de esto. No lo había descubierto. Siempre me enfrentaba con un tema preconcebido y claro, resulta que hacía redacciones de colegio como antaño me habian enseñado y yo he tratado de enseñar.
Gracias Solateras,por tu insistencia he logrado disfrutar del momento, del secreto. Mal o bien a mí me sirve mejor.
Quizá ahora lo haga más a menudo y en otra ocasión os deleite con opiniones trascendentales a lo que hoy parace que no estoy dispuesta.